La casa de Gran Hermano Argentina 2025 no deja de generar titulares, y esta semana el foco está puesto en Ulises Apóstolo, el carismático politólogo cordobés que ha sabido ganarse tanto adeptos como detractores. Sin embargo, sus recientes comentarios sobre el premio que obtuvo —un auto 0 km ganado tras acertar con la llave número 186— han desatado una tormenta que podría cambiar el rumbo de su juego. Comparar el vehículo con una “aceituna” no solo provocó risas entre algunos compañeros, como Chiara Mancuso, sino que también puso en marcha una respuesta contundente por parte de la producción. ¿Qué consecuencias traerá esta polémica para Ulises, tanto dentro como fuera de la casa? Analicemos el impacto de sus palabras.
El comentario que encendió la mecha
Todo comenzó en una conversación distendida con Chiara, cuando Ulises, con su característico tono irónico, lanzó: “¿Querés que vayamos los dos al pueblo? Nos vamos en el auto nuevo ese que me dieron que parece una aceituna”. La frase, dicha con una sonrisa, parecía un chiste inofensivo en el momento, pero no pasó desapercibida para la atenta mirada de Gran Hermano. El cordobés, que ya había mencionado previamente su intención de vender el vehículo, dio a entender que no valora el premio como se espera de un participante del reality. Para la producción, este tipo de actitud desentona con el espíritu del programa, donde los beneficios —como un auto 0 km— son presentados como logros significativos que los jugadores deben celebrar.
La comparación con una aceituna, más allá del humor, podría interpretarse como una crítica al tamaño o la calidad del premio, algo que no cayó bien en un contexto donde los sponsors y la imagen del programa dependen de la percepción positiva de estos incentivos. Ulises, con su estilo desenfadado y su pasado como analista político, suele jugar con las palabras, pero esta vez parece haber cruzado una línea que la producción no está dispuesta a tolerar.
La advertencia de Gran Hermano: un golpe estratégico
La respuesta no se hizo esperar. Durante la gala del jueves 10 de abril de 2025, Santiago del Moro leyó un comunicado oficial que dejó claro que los dichos de Ulises tendrán repercusiones. “Mañana, a raíz de los dichos de Ulises acerca del auto que se ganó, Gran Hermano le ofrecerá no participar en futuras competencias por importantes premios”, anunció el conductor, añadiendo un matiz irónico al señalar que el cordobés “está para algo más grande, para algo superior”. Esta advertencia no es un castigo directo como una nominación automática, sino una jugada estratégica: pone a Ulises en la posición de tener que decidir públicamente si acepta o rechaza los premios futuros, lo que podría exponer aún más su postura y generar tensiones con sus compañeros.
La medida es inusual y apunta a resaltar la importancia de la gratitud en el juego. Si Ulises opta por no participar en próximas competencias, podría perder oportunidades clave para consolidar su liderazgo o ganar aliados, algo crucial en esta etapa avanzada del reality. Por otro lado, si decide retractarse y aceptar los premios, podría ser visto como alguien que cede bajo presión, lo que afectaría su imagen de jugador fuerte e independiente.
Impacto dentro de la casa: ¿aliados o enemigos?
Dentro de la casa, las palabras de Ulises ya han generado reacciones mixtas. Chiara, su aliada cercana, se rio del comentario, pero otros participantes podrían interpretarlo como una falta de respeto hacia el esfuerzo colectivo que implica competir por estos premios. Por ejemplo, jugadores como Tato Algorta, con quien Ulises ya tuvo roces verbales en el pasado, podrían usar este incidente para cuestionar su compromiso con el juego. “¿Qué pasa si el próximo premio es para compartir? ¿También lo va a despreciar?”, podrían argumentar sus rivales, alimentando una narrativa que lo pinte como arrogante o desagradecido.
Además, la advertencia de Gran Hermano lo pone en una posición vulnerable. Si sus compañeros perciben que la producción está “marcándolo”, podrían aprovechar la oportunidad para nominarlo en la próxima gala, especialmente si creen que su popularidad afuera empieza a tambalearse. Ulises, que hasta ahora ha sabido navegar las alianzas y mantenerse como líder en tres ocasiones, podría enfrentar un desafío interno que pondría a prueba su capacidad para recomponer su imagen entre los “hermanitos”.
Fuera de la casa: una imagen en juego
Fuera de la casa, el impacto podría ser aún más significativo. Ulises Apóstolo ha construido una base de seguidores que valora su autenticidad y su estilo directo, pero este episodio podría dividir al público. Por un lado, sus fans más fieles podrían defender su comentario como parte de su humor característico, una muestra de su personalidad sin filtro. “Es Ulises siendo Ulises, no le gusta el auto y lo dice, ¿cuál es el problema?”, podrían argumentar en redes sociales. Sin embargo, otros televidentes, especialmente aquellos que ven Gran Hermano como una competencia de esfuerzo y recompensa, podrían interpretarlo como una actitud desagradecida que no merece apoyo.
Las redes sociales, termómetro infalible de la opinión pública en 2025, ya están empezando a reflejar esta polarización. Algunos usuarios aplauden su sinceridad, mientras que otros lo critican por “morder la mano que lo alimenta”. Esta controversia podría influir en los votos del público en una futura placa, especialmente si Ulises termina nominado en las próximas semanas. Su imagen de estratega astuto y carismático corre el riesgo de transformarse en la de un participante soberbio, algo que en ediciones pasadas ha sido letal para otros jugadores.
¿Un punto de inflexión para Ulises?
A sus 26 años, Ulises entró a Gran Hermano con un perfil único: exmodelo, politólogo y amante de la noche cordobesa. Hasta ahora, su combinación de inteligencia estratégica y carisma lo había posicionado como un favorito, pero este desliz pone a prueba su capacidad de adaptación. La advertencia de la producción no solo lo enfrenta a una decisión práctica —participar o no en futuras competencias—, sino también a un dilema de percepción: ¿cómo manejar el daño potencial a su imagen sin perder su esencia?
En conclusión, los polémicos dichos de Ulises sobre el premio lo han colocado en el centro de la tormenta. Dentro de la casa, deberá lidiar con las posibles represalias de sus compañeros y la presión de la advertencia de Gran Hermano. Afuera, su futuro en el juego dependerá de cómo el público interprete este episodio. ¿Será este el comienzo de su declive o una oportunidad para demostrar que puede salir fortalecido de la controversia? Solo el tiempo —y las cámaras implacables del reality— lo dirán. Por ahora, Ulises está en la mira, y cada paso que dé será clave para definir su destino en Gran Hermano Argentina 2025.
