La Tana apagó a Selva: El escándalo de la virgencita

¡Qué quilombo se armó en la casa de Gran Hermano Argentina 2025! La Tana, esa mina de La Matanza con más carácter que un toro enojado, le puso un freno de mano a Selva, la uruguaya gritona que venía rompiendo las pelotas desde que entró al reality. ¿Cómo lo hizo? Escondiéndole la virgencita, una figurita religiosa que para Selva es más sagrada que el mate de la mañana. Este movimiento maestro no solo descolocó a la montevideana, sino que dejó a todos los fanáticos del programa con la boca abierta, tirando memes y puteadas en las redes. Acá te contamos cómo empezó este culebrón, por qué la Tana se mandó tremenda jugada y qué puede pasar en el futuro ahora que la casa está más caliente que un mediodía de enero.

La génesis del quilombo: un desafío que prendió la mecha

Todo arrancó con una prueba típica de Gran Hermano, de esas que te hacen odiar hasta a tu sombra. La producción, siempre buscando el bardo, decidió atar a La Tana (Katia Fenocchio) y a Selva Pérez por 24 horas, como si fueran siamesas. La idea era simple: o se bancan o se sacan los ojos. Selva, con esa energía de torbellino que la caracteriza, se la pasó desde el minuto uno pinchando a La Tana y a Sandra Priore, la otra participante atada en el desafío. La uruguaya, conocida por sus videos virales en TikTok y su lengua filosa, no paraba de tirar palitos: que esto, que lo otro, que La Tana es vaga, que no hace nada. Pero lo que hizo saltar la térmica fue cuando Selva cruzó la línea y se metió con la familia de Katia, incluso tocando el tema de su hija. ¡Pumba! Ahí se pudrió todo.

La Tana, que no es de quedarse callada, explotó. Según contó después a Tato y Luz, Selva la desestabilizó tanto que no podía ni comer ni ir al baño tranquila durante la prueba. “Me hizo desatarme, me desestabilizó, es muy dañina”, largó Katia, con los ojos llenos de bronca. Pero la venganza es un plato que se sirve frío, y La Tana no iba a dejar pasar el agravio. En un movimiento que ya es leyenda, se mandó al cuarto de Selva y le choreó la virgencita, esa figurita religiosa que la uruguaya atesora como si fuera el Santo Grial.

La jugada maestra: la virgencita desaparece y Selva se queda muda

Cuando Selva se dio cuenta de que su virgencita no estaba, la casa se convirtió en un conventillo. La uruguaya, que suele gritar más fuerte que un cuete en Año Nuevo, se puso como loca. “Me la van a devolver, hay cosas con las que no se juegan”, dijo, con la cara desencajada y los ojos al borde del llanto. La Tana, lejos de achicarse, salió a confesar el crimen sin filtro: “Fui yo, y si me seguís jodiendo, te escondo la campera de avena Fénix y hasta las fotos de tu familia”. ¡Tremendo! La casa se partió en dos, los participantes se miraban con cara de “esto se va a la mierda”, y las redes estallaron entre los que bancaban a La Tana por “ponerla en su lugar” y los que la tildaban de cruzar todos los límites.

Lo más zarpado es que, por primera vez, Selva bajó un cambio. La mina que parecía tener un megáfono pegado a la boca se quedó sin palabras, shockeada por el golpe bajo. En X, los comentarios no se hicieron esperar: “Aguante La Tana, le apagó la bocina a Selva”, escribió @bansheepadme, mientras @vlz_Lara tiraba: “Que se cague Selva, le gusta molestar, que se la banque”. Pero no todos estaban de acuerdo: @jfGomez997689 la puso en la cruz, diciendo que esconder la virgencita fue “lo más bajo” que se podía hacer.

¿Por qué se llegó a este punto?

Para entender el porqué de este incendio, hay que mirar el historial. Selva entró a la casa como un huracán el 10 de febrero de 2025, con sus 51 años y una personalidad que no pasa desapercibida. Actriz, influencer y ex panelista de un programa uruguayo, la mina ya tenía fama por sus videos en TikTok y su carácter explosivo. Pero en la casa, esa energía le jugó en contra. Desde el arranque, chocó con los “originales” como Lourdes, Sandra y Chiara, que la veían como una amenaza. Sus gritos y su actitud de “acá mando yo” le ganaron enemigos rápido, y La Tana, que ya venía acumulando roces con media casa, fue la que le puso el punto final.

Por su parte, La Tana no es ninguna santa. Katia Fenocchio, de 40 pirulos, es conocida por su estilo frontal y su lengua sin filtro. Ya tuvo cruces épicos con Eugenia, Luz y hasta con su propia prima Gisela, que abandonó el reality después de una pelea con ella. La Tana es de las que no se calla nada, pero también carga con la fama de ser vaga y de enojarse por cualquier pavada, como cuando se peleó por unas sales de baño o por cigarrillos. El tema con Selva fue personal: la uruguaya tocó fibras sensibles al meterse con su familia, y Katia respondió con una puñalada al corazón religioso de su rival.

¿Qué puede pasar en el futuro?

Ahora que La Tana tiró la granada, la casa está al borde del colapso. Selva, que no es de quedarse de brazos cruzados, ya prometió devolverla. “Si me molesta, la mando a la concha de la lora”, dijo en su momento, y no sería raro que busque revancha. La Tana, por su parte, no parece tener intenciones de aflojar: ya amenazó con seguir escondiendo cosas, desde la campera hasta las fotos familiares de Selva. Si esto sigue escalando, podemos esperar más gritos, más llanto y, quién te dice, alguna sanción de la producción, que ya está analizando los límites de la convivencia.

En las redes, el fandom está dividido. Hay quienes ven a La Tana como una estratega brillante que supo pegarle a Selva donde más le duele, y otros que piden su expulsión por meterse con algo tan personal como la fe. @giglesias19, por ejemplo, bancó a La Tana a full: “Selva jugó con la comida, la trató de mala madre, ¿y nos vamos a enojar porque le sacó la virgen? Aguante La Tana”. Pero la bronca también pesa: muchos consideran que Katia se pasó de la raya y que esto podría costarle caro en las nominaciones.

Lo que está claro es que este conflicto no termina acá. Selva puede volver con más furia, buscando recuperar su virgencita y dándole a La Tana con todo. O tal vez La Tana, que ya pensó en abandonar la casa por la presión, se quiebre emocionalmente y termine dando un paso al costado, como casi hace el 26 de mayo cuando Tato la convenció de quedarse. Sea como sea, la casa de Gran Hermano está más picante que nunca, y el público no puede despegar los ojos de la pantalla. ¿Quién ganará esta guerra? ¿La Tana seguirá reinando con sus jugadas maquiavélicas o Selva le apagará las luces con un contraataque? Agarrá los pochoclos, porque esto recién empieza.

Si querés seguir espiando la casa las 24 horas, entrá a DGO o mirá las galas en Telefe. ¡Y que no se apague el bardo!

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