¡Agarrate, Argentina, que la gala de Gran Hermano vino con todo! Arrancamos con el bombazo de la noche: Furia, esa reina del drama que todos amaban odiar, se mandó a mudar por la puerta giratoria, así, sin anestesia. Chau, querida, ¡cerrá al salir! La casa quedó patas para arriba, con los participantes mirándose como diciendo “¿y ahora qué?”. Algunos, como Chiara, ni se molestaron en disimular la alegría: “Por fin aire puro”, tiró sin filtro. Y Martina, con esa lengua afilada que amamos, soltó un “¿De qué se van a disfrazar algunos ahora?”, un palito directo para los chupamedias de Furia que se quedaron sin disfraz y sin líder. ¡Auch, qué quemada!
Pero el show no paró ahí. Tuvimos el tape del cruce entre Luz y La Tana, un choque de titanes que nos tuvo al borde del sillón. Gran Hermano, en su infinita sabiduría (y con un ojo en el rating, obvio), dijo “Luz, te salvas, pero ojo que casi te mandamos al freezer”. Una advertencia nomás, porque sancionarla era arriesgarse a perder a una de las que mueven la aguja. ¿Favoritismo? Vos decí, yo solo miro.
La caja sorpresa: cigarrillos, golosinas y un futuro quilombo
Y llegó el momento kiosco, ese oasis semanal que todos esperan como agua en el desierto. Esta vez había una caja sorpresa en juego, y los chicos, con más fe que estrategia, se jugaron por ella. ¡Bingo! Adentro había golosinas a rolete y –redoble de tambores– 10 atados de cigarrillos, el oro negro de la casa. La felicidad duró lo que un pedo en una canasta: ya se están mirando de reojo para ver quién se queda con más puchos. ¿Se viene el primer choreo de la temporada? Yo pongo mis fichas a que sí, y vos anotá este título para el próximo artículo: “El gran robo del pucho en GH”.
Nominaciones picantes y una placa para alquilar balcones
Después vino el sorteo de las nominaciones, porque en esta casa no hay paz ni para ir al baño. Algunos fueron al confesionario cara a cara, otros nominarían en vivo, y las primeras en arrancar fueron Selva y Gabriela, poniendo primera con todo. El resultado: una placa final que es puro fuego y promete una semana de gritos, traiciones y memes en X. Mirá este elenco estelar:
- Chiara – Sanción: La lengua karateka no se salva.
- Sanda – Sanción: Otra que pisa el palito.
- Bati – Sanción: ¿Qué hiciste, loco?
- Luz – Sanción: Se ve que la advertencia no le alcanzó.
- Lourdes – Fulminada: Chau, nena, directo al matadero.
- Selva: La estratega silenciosa.
- Katjia: ¿Sorpresa o carne de cañón?
- Tato: El que siempre zafa, ¿hasta cuándo?
- Eugenia: Drama queen en potencia.
- Lucía: La que nadie vio venir.
Diez nombres, sanciones por todos lados y una fulminada que ya tiene a medio país haciendo apuestas. ¿Quién se va? ¿Quién se queda? Esto es mejor que una novela de la tarde.
El golden ticket: el caramelito que todos quieren
Para cerrar, Gran Hermano nos dejó con la intriga del golden ticket, que se define mañana. ¿Un pase al cielo o un boleto al infierno? Nadie sabe, pero seguro va a revolver el avispero todavía más. Así que prepará los pochoclos, porque esta casa está que explota y nosotros no nos perdemos ni un segundo.
¿Qué opinás de esta placa? ¿Furia hizo bien en rajarse? Dejá tu comentario y compartí, que esto se pone cada vez más zarpado. ¡Nos leemos mañana con el chisme del golden ticket!
