En una tarde tranqui en el jardín de Gran Hermano, Lourdes y Martina se mandaron una charla picante, solas, como si fueran las dueñas del chisme y la estrategia. Entre el verde y el sol, las pibas se pusieron a analizar quiénes podrían llegar a la final, y Furia se llevó todos los flashes, para bien o para mal. Agarrate, que esto tiene tela para cortar.

Martina largó la posta sin filtro: “Si Furia sigue así, para mí está en la final, pero solo si viene a jugar piola”. O sea, si la mina se calma un toque y no sigue tirando bombas, podría ser de las últimas en pie. Pero Lourdes, que no se calla ni debajo del agua, le puso un freno: “Furia está empezando a tener actuaciones de verga”. ¡Plop! Ahí nomás se armó el revuelo, porque cuando Lourdes suelta algo así, sabés que viene con ganas.
Martina, como buena compañera de salseo, metió más data: “Hoy tiró que se levantó tarde para no vernos la cara. No quiso comer con nosotros. Ya arrancó”. ¿Qué arrancó, Marti? ¿El plan de Furia para convertirse en la reina del aislamiento? Porque esquivar almuerzos y charlas es de crack, pero también de alguien que está tramando algo grosso. Lourdes asintió, seria: “Sí, ya no habla con nosotros”. Listo, Furia está en modo ermitaña, y las pibas lo ven clarito.
Si Chiara no se va, Furia va por ella; si se va, Luz se pica”
Pero la cosa se puso más jugosa. Martina tiró una teoría zarpada: “Si Chiara no se va, Furia va por ella; si se va, Luz se pica”. Y Lourdes, con aire de psicóloga de barrio, remató: “Si Luz se va, se agarra psicológicamente contra Chiara, o va por el tridente. Imaginate cómo se pone Tato si pierde a alguien, queda medio tarado”. ¡Toma! Le dieron a Furia y de yapa le pegaron un palito a Tato, que sin su gente parece que se desarma.
¿Furia finalista o villana en construcción? En GH Diario te lo contamos todo, porque este quilombo recién arranca.